"Quién dice educar, ya dice querer" (José Martí)
Por Claudia C. Pinzón Romero
El Pedagogo José Marti Nació en la Habana (Cuba 1853), se involucró con actividades independendistas desde muy joven. Estuvo en la cárcel y luego en el exilio la mayor parte de la vida, esto lo fortaleció en su compromiso político, con la justicia y se afianzó en el discurso revolucionario.
Se graduó en Filosofía y letras y Derecho en España. Formó parte de un grupo de intelectuales y políticos caribeños que rechazó la intervención de la colonización española en Cuba y Puerto Rico y el avance del colonialismo estadounidense sobre la región.
Reivindicó los principios bolivarianos, la abolición de la esclavitud, el republicanismo y la justicia Social.
Nunca perdió la identidad cubana, no le abandonó ni siguiera cuando se convirtió en "El Maestro" como se le denominó en New York (1880). Integró los saberes del trabajo con los saberes emancipatorios de la cultura, ofreciendo apertura a miradas políticas y de conciencia social a los estudiantes "obreros" que asistían a sus clases.
Escribió "La edad de oro"en 1889, una revista infantil que publicó 4 números y en la editorial del primer número anuncia:
Nunca perdió la identidad cubana, no le abandonó ni siguiera cuando se convirtió en "El Maestro" como se le denominó en New York (1880). Integró los saberes del trabajo con los saberes emancipatorios de la cultura, ofreciendo apertura a miradas políticas y de conciencia social a los estudiantes "obreros" que asistían a sus clases.
Escribió "La edad de oro"en 1889, una revista infantil que publicó 4 números y en la editorial del primer número anuncia:
Esto se publica para que los niños americanos sepan como se vivía antes y se vive hoy en América y en las demás tierras, porque nosotros trabajamos para los niños, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo y queremos que nos quieran y nos vean como cosa de su corazón. Así queremos que los niños de América sean, hombres que digan lo que piensan y lo digan bien, hombres elocuentes y sinceros.
Martí se alejó del racismo de la época, se expresó favorable al mestizaje, rescató a los pueblos indígenas y condenó la conquista española y sus horrores.
En 1891 publicó "Nuestra América", gran manifiesto político e ideológico, en el cuál, entre otras, busca deconolonizar la mente de los latinoamericanos para asumir las tradiciones propias y en el respecto a las idiosincracias nacionales. Entre las herencias que postula nos deja estas tareas:
- Hacer visible a grupos y edades que no estaban en la agenda pública: las infancias, los negros, los campesinos, las mujeres y los trabajadores.
- Formar seres humanos con capacidad de pensar con cerebro propio
- Formar personas buenas, en el amor como herramienta pedagógica
- Educar a través del trabajo creador como elemento pedagógico que permite avanzar en el desarrollo
- Recuperar la propia cultura,, la identidad americana
- Diseñar un Modelo de escuela y pedagogía propio que atienda la transformación social.
En 1894 publicó el texto "Revolución en la Enseñanza" en el diario Patria, donde profundizó acerca del rol del maestro y expresó: "Necesitamos maestros vivos y útiles que puedan enseñar la composición, riquezas y funciones de la tierra, las maneras de hacerlas producir y de vivir dignamente sobre ellas y las noblezas pasadas y presentes que mantienen a los pueblos preservando en el alma la capacidad y el apetito de lo heróico. Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después en pago el deber de contribuir a la educación de los demás".
(Ver el documental) José Martí/ serie Maestros América Latina
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