sábado, agosto 28, 2004

Violencia infantil

Cuando un padre o una madre golpea a sus hijos es porque está perdiendo la capacidad de comunicarse con ellos. La violencia no es otra cosa que una derivación de capacidad de crear, de construir y de pensar en alternativas.

Es mucho más fácil decirles "cállate", darles un golpe o reprimirlos a tratar de pensar en "cómo le hago y qué le contesto", "cómo se lo digo, cómo se lo explico". Pero si ni siquiera lo intentamos. ¿Cómo podremos entablar una comunicación con los hijos?

Es importante saber por qué se presenta la violencia infantil. En pleno siglo XXI existe la creencia, en algunos padres, que el castigo, los golpes, las amenazas y otros tipos de violencia son formas de educar. Sin embargo, violencia es todo aquello que no le permite crecer a uno y atentar contra el crecimiento de los demás.

No queremos decir que los límites no existen, pero la ignorancia y las estructuras rígidas en los hogares provocan que los menores sean maltratados y con el pretexto de que se trata de una formasde educación no se denuncia el maltrato de infantes, considerada por el DIF (Desarrollo Integral de la Familia) como violencia intra familiar.

Actualmente podemos distinguir varios tipos de violencia: Física (golpes en cara y cabeza son los más frecuentes) Sexual, cuando el menor es obligado a desnudarse, a ser tocado u obligado a tocar a un adulto contra su voluntad, el maltrato de sus genitales, etc; Psicológica, (aunque no identificados como tal, los insultos y la descalificación verbal delante de los demás son otra forma de violencia) También la Negligencia es una actitud violenta, y se presenta cuando los padres no cumplen con proporcionar alimentación, educación, vestido y vivienda. La Ausencia de los padres , quienes se preocupan más por ofrecerle al infante o la familia bienestar material antes que emocional y éstos no encuentran el apoyo cuando lo necesitan.



FUENTE:
psicólogo Roberto Guadarrama Barreto, del grupo Colectivo de Hombres por Relaciones Igualitarias A.C. (Coriac)

martes, agosto 24, 2004

“Había una vez, un planeta en el que los cuentos para niños y niñas se contaban con amor y ternura…“

Todo niño(a) sin distinción de raza, idioma o religión, tiene el derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen sus imaginación y su capacidad artística.

Todo niño(a)tiene pleno derecho a exigir que su padre/madre les cuenten cuentos a cualquier hora del día, Aquellos que se niegan a contar un cuento a un niño(a), incurren en el grave delito de omisión culposa y además puede autocondenarse a que su hijo(a) jamás le vuelva a pedir que le cuente un cuento.

Todo niño(a) que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene derecho absoluto de solicitarle a un adulto de su preferencia que se los cuente.

Todo niño(a) tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las piernas de sus abuelos.

Todo niño(a) debe gozar a plenitud de las fábulas, mitos y leyendas de la tradición oral de su país. En el caso de los niños(as) colombianos estos deben incluir los relatos indígenas, de las comunidades afrocolombianas y los cuentos costumbristas. De igual forma, toda la literatura oral creada por el pueblo.

Todo niño(a) está en el derecho de saber quienes son José Martí, Gabriel García Márquez, Hans Christian Andersen y Jairo Anibal Niño. (las personas adultas están en la obligación de dejar al alcance de los niños(as) todos los libros, cuentos y poesías al menos de estos autores)

El niño(a) tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos así como modificar los ya existentes creando su propia versión. En los casos en los que los niños están muy influenciados por la televisión, los padres/madres están en la obligación de descontaminarlos conduciendo su imaginación por el camino de un buen libro de cuentos infantiles.

Los niños(as) tienen derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos, lo único obligatorio es que éstos sean hermosos e interesantes.

El niño(a) tiene derecho a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.

Todo niño(a), por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras del “Tío Tigre y Tío Conejo”, de aquel caballo que era bien bonito, de la barba del viejo Lucho, del Colorín Colorado de los cuentos y del inmortal “Había una vez….” Palabra mágica que abre las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños, que no sólo acompañarán la niñez sino que formarán parte de nuestros conocimientos hasta el fin de los siglos.
Fin.

(Adaptado por Alejandría, de la Declaración Universal de Los Derechos del Niño a Escuchar Cuentos, Anónimo)

lunes, agosto 23, 2004

El amigo imaginario: Entre la fantasía y la realidad

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La fantasía es una gran proveedora a la que los niños recurren para satisfacer sus deseos. Gracias a ella se aumenta la capacidad de crear, de imaginar, de ir más allá de lo evidente y lo inmediato.

A a los cuatro años, edad en la que hay tantas cosas fantásticas y lo real y lo imaginario están muy entrelazados, una de las múltiples manifestaciones normales de la fantasía infantil la constituye la creación de un amigo imaginario con el que habla sobre los sucesos del día.

Estos amigos, por invisibles que sean, adoptan en ocasiones una sorprendente realidad. Algunas veces son personajes de ficción, héroes de las películas o de los cuentos infantiles. Otras veces pueden poseer nombres absolutamente originales y hablan de ellos con tal convicción, que incluso llega a creerse que son amigos de la familia.

No sólo tienen nombres, sino también personalidades, rasgos físicos definidos, y algunos hasta manías. Duermen con el niño, le escuchan las penas y lo acompañan.

Estos personajes tienen la particularidad de ser invisibles para todo el mundo a pesar de la naturalidad con que les trata el niño. Existen amigos invisibles de muchas clases y cumplen, como se verá, diversas funciones, pero todos poseen en común el aparecer en esta etapa “mágica” de los niños.

Algunos padres llegan a inquietarse cuando encuentran a su hijo enfrascado en una amena conversación con un ser invisible o dándole el mismo regaño que a él le han dado un rato antes.

Algunos papitos se preocupan porque creen que tener amigos imaginarios es propio de niños raros o inadaptados. Los niños que poseen un compañero invisible suelen ser más independiente, cooperadores, felices, menos agresivos y, además, cuentan con un vocabulario más rico.

No todos los niños cuentan con un amigo imaginario, este es más común en los niños que son hijos únicos o les cuesta trabajo hacer amigos.

Fuente: Colorincolorradio

viernes, agosto 20, 2004

Por el derecho a la fantasía

"Nada habría sido inventado y menos descubierto sin el uso de la fantasía. Imaginar y fantasear son derechos del niño porque le permiten soñar, crear, dudar y discrepar sobre las cosas establecidas e intentar cambiarlas. Todo niño imagina y fantasea a no ser que el adulto acabe con su creatividad. fantasear es un derecho del niño y cuando no es respetado éste se ve perjudicado en su desarrollo mental y afectivo". (Basado en los Nuevos Derechos de los niños, de Luis Lobo divulgados por la Unicef)

Los adultos con el tiempo no solo van perdiendo la memoria, sino que van extraviando los sueños y dejando que la realidad acorrale la fantasía. Será necesario crear un tratado sobre los derechos de los adultos para reivindicar la capacidad de asombrarse, fantasear y de sorprenderse ante la vida?

Muchos niños abusados se pierden en el sistema de bienestar infantil

Cada año, más de 600,000 niños vistos por el sistema de bienestar infantil de los EE.UU. por presunto abuso o abandono no reciben atención de salud mental para las secuelas de esos abusos.
Esto informa un estudio en la edición de agosto del Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry.
Investigadores de la Universidad de Duke analizaron datos nacionales sobre niños y adolescentes investigados por agencias de bienestar infantil por abuso o negligencia reportados.
Cerca de 1.7 millones de niños y adolescentes se ven involucrados en tales investigaciones cada año.
Los investigadores encontraron que 48 por ciento de los niños tenían problemas emocionales o conductuales "clínicamente significativos", pero sólo una cuarta parte de ellos recibían atención de salud mental especializada.
Los niños con ciertas características tenían más probabilidades de recibir servicios de salud mental, tales como víctimas de abuso sexual en edad preescolar, o niños cuyo padre es un enfermo mental grave.
Pero los niños negros tenían menos probabilidades de recibir ayuda, así como los niños que no habían sido colocados en cuidado adoptivo, una preocupación particular, ya que el 90 por ciento de los niños presuntamente víctimas de maltrato continuaban viviendo en el hogar de sus padres, según el estudio.

jueves, agosto 12, 2004

Fundación Alejandría

Somos una Fundación que trabaja en procesos de comunicación y educación.

En nuestra sede hemos creado un centro estudiantil en el que atendemos la formación de niños en etapa preescolar.

Nos interesa desarrollar metodologías de aprendizaje que potencien las capacidades creativas y expresivas del niño.

Este blog lo proponemos como un espacio de diálogo con las personas que desde distintos lugares adelantan trabajos parecidos, y además para compartir materiales e informaciones que puedan ser de interés común.

Esperamos sus comentarios y aportes de información.